El amaranto ha sido parte de la alimentación durante siglos desde antes de la Conquista, teniendo su esplendor en las civilizaciones maya y azteca. En ese tiempo, tenía gran importancia como alimento y como elemento simbólico religioso. Con la llegada de los españoles, su consumo y producción disminuyó; sin embargo, el amaranto nunca ha dejado de estar presente en la alimentación del mexicano; principalmente en forma de las famosas alegrías. En los últimos años, su consumo se ha popularizado de nuevo, principalmente por su valor nutricional único del cual te hablaremos en esta publicación.

Para poder explicarte el valor nutricional del amaranto, debes recordar que las proteínas están formadas por cadenas de distintos aminoácidos. Estos aminoácidos se encuentran en diversas concentraciones dependiendo del alimento del que estemos hablando. Por ejemplo, las proteínas de los cereales como el arroz y el trigo, tienen bajas cantidades de un aminoácido llamado lisina, mientras que las leguminosas como el frijol y la lenteja, tienen una mayor cantidad.

Ahora, el amaranto, el cual es considerado un cereal, tiene mayor cantidad de proteína que el arroz, la avena o el trigo. Además, la concentración de sus aminoácidos está en balance; teniendo cantidades más altas de lisina que los demás cereales proporcionando una proteína más completa.  ¿Por qué es importante tener proteínas completas? Por que colaboran en la remodelación y desarrollo muscular, así como en la producción de hormonas, enzimas y anticuerpos.

Además, el amaranto es de fácil digestión, contiene fibra que ayuda al tracto gastrointestinal y es buena fuente de energía, vitaminas, minerales y antioxidantes como vitamina B, fósforo, magnesio y hierro. Los cuales ayudan a la producción de energía y a mantener el sistema inmune y musculoesquelético saludables.

¿Sabías que?

Por su valor nutritivo, por la brevedad de su ciclo de cultivo y por su capacidad de crecer en condiciones adversas, el amaranto fue seleccionado por la NASA para alimentar a los astronautas. Además, es un excelente alimento para combatir algunos problemas nutricionales de países en desarrollo.

Actualmente es fácil de encontrar amaranto en panqués, dulces, cereales, harinas, o como tal el amaranto natural. Aunque es una excelente opción para complementar tu alimentación, te recomendamos preferir el amaranto natural y agregarlo en tus platillos para evitar el consumo de azúcares extras. Puedes incluirlo en tu pre o post entrenamiento con yogurt y fruta ó, una alegría pequeña. También puedes incluirlos en tus demás comidas, por ejemplo, puedes cubrir los filetes de pechuga de pollo con amaranto como un tipo “empanizado” de amaranto y hornearlas. Así no solo estás consumiendo un producto con alto valor nutritivo, sino también, estás apoyando la agricultura mexicana.